Al observar la imponencia del vehículo sobre el peatón que existe en nuestras ciudades, y la desolación y condiciones deplorables de numerosos espacios públicos, se procedió a estudiar un elemento resaltante; el nivel de apropiación de la gente, lo cual nos lleva a indagar en el tema del sentido de pertenencia. Por ende, el objetivo de este proyecto es el de “reestructurar la capa de espacio público en relación a los usos existentes e incorporación de vivienda, generando actividades durante todo el día y creando sentido de pertenencia. Se pretende fomentar la aparición de grupos sociales por medio de equipamientos de carácter comunal y viviendas flexibles que suplan estas necesidades. Este proceso se basa en la idea de una ciudad que apueste por las movilidades débiles, en donde no existan muros ciegos que brinden inseguridad a los habitantes y que exista actividad durante todas las horas del día. El proyecto consiste en la modificación de una manzana ortodoxa, de manera que se cree relaciones entre las viviendas con el peatón y viceversa. Además, implementar terrazas que devuelvan esa porción de verde tan importante en la ciudad vital. Existe un espacio central envuelto por las viviendas en donde se encuentran los equipamientos de carácter deportivo que puede ser visto desde la alameda peatonal. En los pisos superiores se encuentran bibliotecas y talleres de estudio para la comunidad con accesos por la plaza. Las viviendas de 45 m2 se encuentran montadas sobre la plataforma comercial y en cercanía a la nueva plaza, se encuentran las viviendas. Estas consisten en módulos flexibles que permiten crear diversos espacios en una vivienda reducida. De esta manera, la unidad no suple sólo la necesidad de vivienda, sino que aporta un espacio que puede ser utilizado para actividades colectivas y consolidar así las comunidades.